En la Gaceta de Gobierno el 15 de diciembre se publicó el impuesto que incluye una tasa de 4.5% sobre el precio de la venta final de las bebidas con contenido alcohólico.

El nuevo impuesto de 4.5% sobre la venta de bebidas alcohólicas aprobado por los diputados del Estado de México como parte del Paquete Fiscal 2018 deja fuera de la competencia a más de 60 mil negocios entre restaurantes y bares establecidos en territorio mexiquense, de los cuales 50% vende alcohol, empresarios que pagan más de 100 mil pesos en la licencia de venta, así como permisos de funcionamiento a los ayuntamientos, aseguró Patricio González, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Estado de México (Asbar).

Recordó que es uno de los sectores que más aporta al PIB del gasto corriente del estado y que más plazas laborales ofrecen (en promedio 600 mil empleos), nada más en 30 mil centros de consumo que ofertan bebidas alcohólicas, por lo que consideró injusto que con esta medida los dejen fuera de la competencia que hay con los ocho estados colindantes.

Informó que la determinación aún no se publica en la Gaceta del Gobierno, por lo que la asociación está a la espera de conocer los pormenores, porque inicialmente les dijeron que el alza sería asumida por el consumidor final, la duda es si lo deben cobrar los restaurantes y bares como centros de consumo o el productor, el mayorista.

«Es igualmente perjudicial para los negocios que competimos con ocho estados, especialmente la Ciudad de México, en donde no les cobran ningún impuesto, sobre todo en los casos donde un negocio está frente a otro que ya es otra entidad. Estamos hablando que impactaría a casi 30 mil centros de consumo», reclamó.

Explicó que ante este cobro existe la posibilidad de que el mayorista se vaya a otra entidad o la Ciudad de México para abastecerse, aunado al incremento que establecerán en el consumo relativo a la inflación y el nuevo impuesto.

Con información de Pulso SLP