Luego un año y seis meses de negociaciones, Ponzanelli obtuvo la autorización para retirar la estatua de Benito Juárez colocada en la explanada del Ayuntamiento de Naucalpan, valuada en 3 millones de pesos.

La escultura fue encargada por la administración del alcalde David Sánchez Guevara, actualmente preso por peculado, quien el 5 de enero de 2015 la develó en presencia del autor.

Sin embargo, debido al adeudo, en diciembre de 2015, el artista pidió al ayuntamiento que le fuera devuelta la escultura.

Empero, la alcaldía delegó la responsabilidad a la administración entrante, la cual solicitó al escultor una serie de requisitos, tales como demostrar su autoría, lo que aplazó la entrega de la obra.

La efigie tiene una altura de seis metros, un peso de dos toneladas y está fabricada en bronce; sirvió para sustituir otra estatua de Benito Juárez, que se encontraba en el mismo lugar y que fue reubicada en la avenida Primero de Mayo.

En su momento, a pesar de que el escultor ofreció la posibilidad de liquidar el adeudo, de 700 mil pesos, en cuatro mensualidades, la administración municipal encabezada por el alcalde Edgar Olvera Higuera, emitió un comunicado el 9 de agosto de 2016, donde apuntó que no tenía la capacidad económica para adquirirla.