Relegada en el tiempo la Cultura en Naucalpan

De los diversos temas de la agenda municipal de este gobierno, en verdad que todo aquello que tiene que ver con la cultura y las artes desmereció.

Lo anterior y por mucho, al no instrumentar una política y estrategia para potenciar toda la riqueza que aquí, “en “El Lugar de Las Cuatro Casas” se tiene.

Somos un municipio con un alto nivel de creación, arte, cultura y deporte y en cualquiera de nuestras etapas y evolución histórica.

Contamos con acervos monumentales, arqueológicos, detalles de la época prehispánica, un arte sacro impactante e incluso, de los templos religiosos más antiguos del estado de México.

Asimismo, una clara hipótesis que cambiará el curso de la justamente Historia del país, al sustentar los registros del cronista municipal de todos los tiempos, Ricardo Poery Cervantes, en su profunda investigación: “EN NAUCALPAN (NO EN TACUBA), Está el Árbol de la “NOCHE TRISTE”.

Conservamos pese a que no de la mejor manera, monumentos arqueológicos como la pirámide del Conde, enclavada a unos cuantos metros del Periférico Norte, descubierta en 1907 por el arqueólogo Manuel Gamio, la cual data del pos clásico y comprende una plataforma cuadrangular en donde estaba un tecpan o palacio de la nobleza, orgullo Tlatilca.

Fue construido en el periodo que va de 1430 a 1521 D.C., y representa uno de los pocos ejemplos de arquitectura civil de esa época conservados hasta nuestros días. Es llamada así por encontrarse en los terrenos cuyo propietario era entonces Don Manuel Conde.

Igualmente, descansan en el tiempo, El Acueducto de los Remedios (conocido coloquialmente como «Los Arcos»), es un monumento de la época colonial y que se pensaba sirviera para llevar agua del ejido de San Francisco Chimalpa al pueblo de los Remedios, alrededor del santuario del mismo nombre.

Se sabe que tal obra fue llevada a cabo en la segunda mitad del siglo XVII, cuando se levantaron los arcos de medio punto, que en total suman 50 y que alcanzan una altura máxima de 16 metros y cubren en total una distancia de 500 metros.

Están elaborados en cantera del sitio labrada en bloques rectangulares y las juntas se realizaron con un mortero de cal y arena; la obra se realizó bajo el mando del maestro Ildefonso de Iniesta Bejarano y Durán.

Sin embargo, no sólo éste tipo de construcciones nos identifican, “El Puente Mexicas o del Águila”, el observatorio astronómico en el Cerro de Moctezuma y una serie de referencias religiosas, “La Cruz Atrial” en Santa Cruz del Monte, hasta llegar a “Las Torres de Satélite”.

Naucalpan fue cuna o epicentro de la Danza Folclórica, y su Charrería no es menor el Alto nivel Internacional y otras formas artísticas y culturales olvidadas en los años.

Desafortunadamente, nadie ha podido exponenciar nuestro acervo, la pertenecía, la identidad y el arraigo, debido a por desfortuna,a que la cultura ha sido medida de manera política.

El marco de referencia es cruel, no obstante tener a la mano recursos humanos y materiales disponibles a transitar a un mejor destino a través del arte y la cultura.

Naucalpan no tiene museos, teatros o espectáculos del primer mundo, hay que salir a la CDMX al entretenimiento, y la diversión.

Por otra parte, la infraestructura está olvidada o para llorar, tenemos más antros, cantinas, chelerías, casas de apuestas o de citas, y piquerías que, en contraste, casas de cultura, teatros, museos, salas para exhibición de muestras pictóricas y auditorios o foros para conciertos de todo tipo de música.

Por Mario Ruiz Hernández

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