Constructoras devoran los últimos pulmones verdes de Naucalpan

La urbanización y el crecimiento de la población en el Estado de México han disparado la construcción de inmuebles, poniendo en riesgo las últimas zonas verdes de Naucalpan. Este desarrollo descontrolado amenaza con acabar los pocos pulmones que le quedan a la región.

Habitantes de Lomas Verdes han visto cómo se han talado hectáreas de vegetación que antes eran cruciales para el ecosistema. Ahora, esos terrenos se preparan para nuevos complejos habitacionales, a pesar de que el abasto de agua ya es insuficiente.

A principios del año, en “El cerrito”, se arrasó la flora local para abrir paso a un proyecto llamado “Terralago”, cerca de la presa Madin. El panorama luce desolador, pues en cuestión de semanas toda la vegetación desapareció.

Una situación similar ocurre entre la 1a sección de Lomas Verdes y Praderas de San Mateo, en un área conocida como “La Luna”, donde se planea edificar “Privada de Lomas Verdes”. Sin autorización o consenso previo, cientos de árboles han sido derribados, dejando a las comunidades sin un espacio verde esencial.

Además del impacto ambiental, la zona enfrenta microsismos que la UNAM ha estado estudiando. Durante mayo y junio se registraron temblores que causaron cuarteaduras en casas de Praderas de San Mateo, generando temor entre los vecinos.

La crisis de agua es otra preocupación. Naucalpan sufre sequía y un crecimiento demográfico que exige más recursos, mientras la avenida Lomas Verdes colapsa en horas pico, complicando la movilidad en la zona.

Hasta ahora, las autoridades municipales no han aclarado la magnitud del daño ecológico por la tala de las últimas áreas verdes. La comunidad sigue esperando respuestas y soluciones ante un problema que parece avanzar sin freno.